13-01-2011
En la localidad de Salt, en Girona, hay más de cien viviendas ocupadas en un mismo barrio. Se quedaron vacías cuando sus dueños no pudieron afrontar las hipotecas y ahora son un reclamo para aquellos que no tienen hogar y ven un piso sin dueño. La situación se ha convertido en un problema para los vecinos "legítimos" que ven cómo la suciedad, la inseguridad y las deudas van rebajando el valor de sus pisos. Sus historias forman parte del reportaje de Comando Actualidad "Patio de vecinos"
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